De la confrontación sobre las virtudes y los peligros del ‘progreso’ científico y tecnológico, el debate se esta desplazando hacia el reconocimiento de una necesaria circunspección. Los apologeticos aceptan que hay límites. Los críticos admiten que deben proponer soluciones. La discusión se centra entonces sobre la naturaleza de esta prudencia y la manera de apreciar los riesgos.

San Francisco, California, 13.oct.03

«Ya no podemos dejar que el futuro llegue sin más,» declara Bill Joy, uno de los informáticos más respetados, en una reciente entrevista. Confirma y matiza a la vez los temores expresados por él en un artículo publicado en la revista Wired de abril del 2000. Alertaba entonces sobre los peligros potenciales del desarrollo paralelo de la genética, la nanotecnología y la robótica (GNR). La producción de microorganismos capaces de auto-reproducirse y auto organizarse se nos puede escapar.

Bill Joy, fue fundador de Sun Microsystems, una de las empresas informáticas más importantes. Acaba de renunciar a sus responsabilidades en la empresa de la cual era ‘científico en jefe’. En una larga entrevista a la revista Fortune publicada el mes pasado, confiesa que el 11 de septiembre (del 2001), la neumonía atípica (SARS), y las armas de destrucción masiva, lo despertaron a los «peligros del mundo» y lo convencieron de que denunciar los problemas «ya no es suficiente.» Decidió buscar soluciones y está escribiendo un libro «más normativo».

Ray Kurzweil, también informático, autor entre otros del libro «La edad de las máquinas inteligentes,» adversario declarado de las posiciones de Joy, publicó a principios de mes un artículo en la revista CIO Magazine intitulado «Promesas y peligros del siglo 21». En este se pronuncia en contra de «una renuncia amplia» (broad relinquisment) a los desarrollos tecnológicos y científicos. Pero agrega, lo cual es nuevo: «Sí pienso que cierta renuncia debe formar parte de una respuesta ética a los peligros del siglo 21.» Sugiere como ejemplo «abstenerse de desarrollar entidades físicas que puedan autoreproducirse en un ambiente natural.»

Bruce Sterling, autor de ciencia ficción y analista respetado acaba de sorprender con un artículo intitulado «Diez tecnologías que merecen la muerte» (Technology Review, Masassachusetts Institute of Technology): armas nucleares, energía a base de carbón, motor de combustión interna, focos eléctricos, minas terrestres, vuelos espaciales habitados, cárceles, implantes cosméticos, detectores de mentiras y DVD. «Algunas tecnologías son tan obviamente odiosas que la humanidad se alegraría si fueran borradas,» escribe.

Cuestionar tal o más cual tecnologías cuya eliminación Sterling propone sería pasar al lado de lo fundamental. Según Denise Caruso su intervención «aporta algo nuevo a la discusión» entre Joy y Kurzweil . Presidente del instituto Hybrid Vigor para la investigación transdisciplinaria, Caruso está preparando un libro cuyo título, «Redefiniendo el riesgo», lo dice todo.

Tendemos a creer que las nuevas tecnologías naturalmente eliminan las antiguas, pero «obviamente no es cierto,» afirma Caruso. La lista «de las tecnologías estúpidas del pasado» que siguen dominando nuestras vidas de forma incomoda es larga. «Lo que Bruce propone, y con lo cual concuerdo,» precisa, «es un mecanismo diferente del mercado mediante el cual se decidiría cuales tecnologías ya no sirven y han de ser eliminadas.»

Todos, Joy, Kurzweil, Sterling y Caruso, parecen estar de acuerdo sobre la necesidad de ser circunspectos en materia de desarrollo científico y tecnológico. Este consenso abre nuevas dificultades.

Los problemas del futuro, que Joy trata de plantear sin traer respuesta, deben su enorme complejidad al hecho que, por hipótesis, «carecemos de datos históricos para evaluar esos riesgos,» nos explicó Denise Caruso. La problemática apremiante a la cual ella se está dedicando consiste en encontrar un método para «evaluar los riesgos futuros». No tiene nada que ver con la futurología pero podría resultar mucho más importante.

Sobre Bill Joy y el artículo de Wired

Bill Joy – Fortune Magazine – Joy after Sun

Ray Kurzweil – CIO Magazine – Technology’s impact on everything

Bruce Sterling – Ten Technologies That Deserve to Die

Denise Caruso – Hybrid Vigor Institute – Risk as continuum

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...