RiopequenopododeculturafbarRioPequeno, Sãu Paulo, Brasil (24.ago.06) – El «Espacio de los sueños» es unedificio ultramoderno pintado con colores vivos ubicado a la entrada de unafavela. Fue construido con el dinero de Progetto Sud una ONG italiana(uil.org.br), ligada al sindicato UIL (Unione Italiana del Lavoro). Es uno delos «Puntos de cultura» creados siguiendo una iniciativa delministro, el cantante Gilberto Gil, para implementar la «inclusióndigital» promovida por el gobierno.

Lametodología más que el dinero fue lo que atrajo el interés de Progetto Sud segúnnos explicó Rosanna Cocco, de la UIL. Los italianos pagaron por las 18computadoras utilizadas para brindar formación y acceso a la internet y por lascinco que sirven a la elaboración de proyectos multimedia del programacultural.

Es muytemprano para juzgar los resultados. Integrado al proyecto hace apenas cincomeses el Espacio de los Sueños está todavía en la fase inicial, vuelta máscaótica todavía por la violencia imperante en São Paulo desde el mes de mayo.

200 niñosse han registrado. En la sala reservada para cursos y acceso libre, mediadocena de adolescentes están navegando por la web. Les cuesta manejar esosprogramas, tal vez más porque vienen redactados en inglés que porque se tratade software libre. Conforme los comportamientos analizados en otras partes delmundo, durante la visita, las niñas estaban chateando mientras los niñosjugaban con juegos, virtuales, más o menos violentos.

Rosanna esla primera seducida por el programa que trata de aplicar. «No tenemos nadade esto en Italia,» dice. «Consideraba la computadora como algosuperior a mi. Aquí se aprende a meterle mano. Me gusta empezar adominarla.»

Es apenasun primer paso. En los Puntos de Cultura», recuerda se «utilizan lasmáquinas para despertar la creatividad.» Thays, la monitora, precisa que»la informática, para nosotros, no es un fin. Es un medio para encontrarquién canta o dibuja bien.»

La meta delos más motivados, explica, es acceder a la sala multimedia en la cual encuentranlos recursos necesarios para grabar música, producir videos, lanzar unperiódico o una radio comunitaria. Mientras explica el funcionamiento delcentro, una de las niñas empieza a crear personajes de caricaturas con uno delos programas (libres) instalados en la máquina.

Llevarcomputadoras a zonas desfavorecidas ya es cosa común. La pregunta es si sirvepara algo.

LiaRibeiro, directora de la revista A Rede (arede.inf.br), un «canal decomunicación entre varias redes de inclusión digital» tiene una posiciónúnica para observar el proceso. A Rede ha registrado 7.000 centros de diferentesíndoles (es recibida gratis por 15.000 suscritores, «uno porproyecto» precisa Lia).

Lasiniciativas surgen de todas partes. «No son coordinadas. No tienen un soloobjetivo común. Este gobierno no tiene, al contrario de lo que podríamos creer,una política coherente de inclusión digital. No podemos ignorar, sin embargo,que fue él que lanzó la inclusión digital,» explica Lia Ribeiro.

El Banco doBrasil, por ejemplo, abrió 1.600 telecentros (ligados por un portal común) enacuerdo con instituciones locales y de la sociedad civil. «Nada de estoexistía hace tres años,» afirma.

Evaluar losresultados es fundamental insiste François Bar, profesor de la Universidad deCalifornia del sur con quién hice el viaje gracias a un financiamiento delAnnenberg Center en el cual enseña. Le preguntó à Lia Ribeiro, lo que se haceen ese campo.

«Apenasestamos al inicio de la investigación. Estamos discutiendo lametodología,» contestó. «Estamos tratando de definir en que consistenlas mejores prácticas.» Señala, como parte del esfuerzo el Observatorio dePolíticas Públicas de Infoinclusión (oppi.org.br).

Lia Ribeirotiene sus convicciones sobre los centros de inclusión digital. «Los quefuncionan mejor no son ni los más ricos, ni los que han sido creados en zonascon mayor nivel educativo. Son los centros más ligados a sus comunidades.»Piensa, además que «En un país con tantas desigualdades como el nuestro,la inclusión digital tiene que ser también inclusión social.»

Está en unaexcelente posición para sacar conclusiones en base a la experiencia. Tambiénsabe que el análisis del impacto social de la inclusión digital esindispensable. Aun que fuese solo para permitir a quienes la implementanhacerlo con mayor eficacia.

ProgettoSud http://www.uil.org.br/sud_capa.htm

Portal delos telecentros del Banco do Brasil http://www.bb.com.br/appbb/portal/bb/id/index.jsp

A Rede http://www.arede.inf.br

USC AnnenbergCenter http://annenberg.edu/

Observatóriode Políticas Públicas de Infoinclusão http://www.oppi.org.br/ 

Página delgobierno federal sobre inclusión digital http://www.inclusaodigital.gov.br/inclusao 

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...