Los esfuerzos más comunes para facilitar la búsqueda de información proponen dos tipos de solución. La primera clasifica los resultados en categorías que permiten al usuario seleccionar rápidamente la que le interesa (por ejemplo las respuestas al pedido «ántrax» propone, entre otras, «grupo de rock» y «bioterrorismo»). La segunda propone una representación gráfica de los resultados, la cual permite a la mitad derecha del cerebro (más intuitiva) ayudar a la parte izquierda (más analítica). KartOO propone ambos enfoques en un mismo producto.
San Francisco, California, 19.ene.04
Según nos explicó Alexandre Dos Santos, responsable del desarrollo internacional de la empresa, KartOO «es un metamotor de búsqueda con interfase cartográfica». Cuando el usuario interroga al motor, un mapa simbólico aparece al centro de la pantalla mientras los resultados más analíticos (clasificación por temas) salen en columnas a los lados.
Sobre fondo azul, el mapa reúne hojas de papel de diferentes tamaños según la importancia del sitio web que representan y, en amarillo, los temas con los cuales son asociados. Al pasar el cursor sobre un documento o sobre un tema uno puede ver los enlaces semánticos que lo vinculan con otros. Para el pedido «Brasil», por ejemplo, esos enlaces invitan a pasar de una «agencia de viaje» a documentos asociados con los temas «país», «libros» y «vacaciones».
«Antes que nada hemos querido ofrecer una herramienta personalizable» nos explicó Dos Santos a propósito de la nueva versión que acaba de ser puesta en línea. De hecho, los usuarios pueden fácilmente marcar los sitios con el color de su elección, agregar o quitar un sitio, lo cual permite afinar las búsquedas «sin ser un especialista de la matemática booleana» afirma Laurent Baleydier, inventor de KartOO. Los mapas se pueden guardar para uso posterior y enviar a amigos y colegas.
Los mapas son programados en Flash pero, si prefiere, la usuaria puede escoger el formato HTML que presenta los resultados en la forma clásica (a la Google) además de los temas agrupados en la columna de la izquierda (muy similar a la presentación de Vivisimo.com). El sistema funciona en inglés y en las principales lenguas latinas.
«Recurrimos a varios métodos para sugerir los temas», nos explicó Laurent Baleydier quién es también presidente de la empresa. KartOO busca entre las palabras (o grupos de palabras) comunes a la descripción de los sitios, pero también entre los pedidos más frecuentes de los usuarios y entre los pedidos encontrados en el histórico de cada usuario.»
Quién quiera encontrar información sobre «Figo» encuentra en la columna de la izquierda una lista de temas con «Luís Figo», «Lisboa Portugal», «Real Madrid «, «jugador del Real Madrid», «real» y «Madrid» (entre otros). Activar «jugador del Real Madrid» produce un nuevo mapa con nuevos temas entre los cuales se encuentran «Mejor jugador», «David Beckham», «Ronaldo» y «Zidane». Esta presentación de sitios y enlaces abre la posibilidad de interminables paseos llenos de sorpresas y descubrimientos.
«Nuestro modelo económico consiste en hacer del metamotor de búsqueda una vitrina pública, la mejor posible, para nuestro oficio verdadero, el de editor de software,» nos explicó Dos Santos. «Esta vitrina nos ha traído clientes prestigiosos como la ONU, pero también nos permite avanzar considerablemente en materia de R&D gracias a la contribución de los usuarios.» KartOO propone una gama de servicios pagos entre los cuales un motor de búsqueda interno para sitio o intranet y un sistema de gestión del conocimiento.
Con Grokker y Vivísimo [ver artículo del…], KartOO figura entre los esfuerzos más interesantes para facilitar el manejo de la información. Este meta motor es apenas más lento que sus competidores y la calidad estética del mapa (sobre todo en la nueva versión) deja que desear, pero los esfuerzos realizados en el campo de la personalización son notables y el doble enfoque analítico e intuitivo abre interesantísimas posibilidades.
Vale la pena probar cada uno de los tres y aprender a usarlos en función de nuestras cambiantes necesidades. Ninguno de ellos sustituye a Google cuya potencia sigue siendo sin par hoy, pero ilustran sus límites y abren interesantes perspectivas.
