Epacio-tiempo o la verdadera inteligencia de las ciudades

La fase crítica de las horas punta del transporte público (denominado el hiperpunto) dura raramente más de quince minutos. Pero esos picos, siembran tal desastre que a menudo suponen la compra de autobuses o vagones de metro suplementarios que luego se utilizarían casi vacíos. Esto es lo que hubiese pasado en Rennes en 2012-2013, si el ayuntamiento no hubiese utilizado en paralelo las masas de datos y el diálogo ciudadano, la datapolis Y la participolis.

Gracias a un servicio cuyo nombre parece salido del universo de Harry Potter: «La Oficina del Tiempo» (OT). Apenas existen en un puñado de ciudades francesas (25) y pertenecen a una discreta red internacional. Ayudan, sin embargo, a comprender cómo aprovechar la verdadera inteligencia de las ciudades.

Todo comenzó en 2002 con Parendom, un esfuerzo para equilibrar los tiempos de los hombres y las mujeres, y ayudar a «articular mejor la vida familiar y la vida profesional» me explicó Evelyne Reeves, responsable de la OT de Rennes. Se trataba principalmente de guarderías y de cuidado de niños a domicilio en caso de urgencia.

El segundo paso se dirigió a la gestión del tiempo «a la carte». «Cada vez más personas disponen de menos tiempo sin restricciones», estima Reeves. Una hora al mediodía, por ejemplo, entre dos citas. La idea era ofrecer en tiempo real, actividades en el distrito donde se encontraban. El programa se llamaba TicTac. El caso no prosperó «porque no hemos encontrado el formato adecuado», dijo Reeves. Pero Ouest-France, el periódico regional, se hizo cargo de algunos de los datos para sus propios servicios y un antiguo alumno de la OT se inspiró para desarrollar, sobre la misma idea, la web Les-Horaires.fr.

El grueso, el trabajo sobre los flujos, comenzó en 2006 con la aparición de riesgo de atasco en la línea de metro. Se trataba de un pico de 14 minutos sobre las 8h de la mañana en el que se paralizaban ciertas salidas y que podrían suponer la compra de nuevos vagones.

Sobre los datos de Keolis (una empresa vinculada a la SNCF, la gran compañía de ferrocarriles), la oficina del tiempo fue a ver, uno por uno, a los principales «productores de tiempo», las entidades que mueven a una gran cantidad de gente en los mismos horarios (universidades, hospitales, administraciones, grandes empresas, etc.) «Ellos comenzaron respondiendo que era un problema nuestro. Les mostramos que también era el suyo, explicándoles que el precio del billete de metro sólo cubre un tercio del coste real, todo gasto suplementario tendría un impacto». Fueron necesarias muchas reuniones y paciencia para que se acerquen los puntos de vista y plantear una acción común.

El dialogó reveló que estas instituciones desconocían las movilizaciones que implicaban sus horarios, el número de pasajeros realmente implicados. Pero lo más complicado es que cambiar el ritmo de un sólo actor importante corría el riesgo de alterar todos los equilibrios. Así que fueron necesarias una gran cantidad de pruebas y tres escenarios hasta encontrar el óptimo. «Se necesita tiempo para trabajar sobre el tiempo», sonrie Evelyne Reeves.

Dos factores clave permitieron tener éxito. En la fase de negociación, el hecho que la OT (Oficina del Tiempo) fuese una «parte neutral», poniendo en contacto a los productores de tiempo y al transporte público. Luego, a medida que se implementaba el programa, la posibilidad de validar los resultados. La OT, ha estudiado en profundidad lo que pasaba durante una semana de referencia durante 3 años consecutivos para demostrar la eficacia de su programa. «Otros, han hecho cosas similares en otros lugares, pero nunca han sido capaces de demostrar el impacto de su acción» explica Reeves.

Una de las actividades esenciales de la OT consiste, de hecho, en poner en práctica «la cartografía del tiempo», conectando el espacio y el tiempo bajo una misma dinámica. Esto nos lleva a pensar inevitablemente en el «cronotopo» del cual el ruso Mikhail Bakhtin nos ha mostrado qué ordena todo relato. La Oficina del Tiempo aparece así como una forma de estructurar la historia de una comunidad urbana. Resulta posible cuando dicha comunidad trabaja conjuntamente sus espacios y los numerosos flujos que materializan los tiempos de sus habitantes.

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Este artículo ha sido publicado por i.ambiente el 21 de abril del 2015.

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...