Si existe un campo en el cual la geografía cuenta todavía, desgraciadamente, es el de la telefonía: la distancia se paga. Cada vez menos si tomamos en cuenta el número creciente de usuarios que usan la internet para sus llamadas. El 2004 podría marcar el punto de inflexión en la adopción por el público en general de una tecnología que tiene la doble ventaja de ser barata y, ahora, de uso fácil.
San Francisco, California, 7.mar.03
La «telefonía internet», o VoIP (Voice over Internet Protocol) digitaliza la voz y la transmite por paquetes, como un email, antes de reconstituirla a la llegada. La creciente potencia de las computadoras y las líneas de banda ancha permiten tener una calidad comparable a la que ofrece la telefonía tradicional. Los usuarios pueden ahora escoger entre tres tipos de soluciones cuyo interés se mide en costo y comodidad.
La más simple (ni hace falta una computadora) consiste en llamar a un teléfono común (tradicional o celular) a partir de otro teléfono común pero pasando por la internet en parte del camino. Es lo que ofrece, en Estados Unidos, Net2Phone, una empresa pionera (arrancó en el 1995) ya cotizada en Wall Street y considerada por ciertos analistas como un valor seguro. Tengo varios años de utilizarla.
Para hacer una llamada, marco dos números. El primero me conecta a un servidor de la compañía y el segundo le indica el número de la persona con la cual quiero hablar.
Puedo llamar a cualquier parte del mundo marcando primero un número local en la mayoría de las ciudades de EE.UU. y el servicio es accesible desde 26 países (ninguno en América Latina, varios en Europa y Asia). Desde San Francisco, una llamada a las tres mayores ciudades de México cuesta 5 centavos de dólar por minuto (12 para el resto del país). Una llamada a España cuesta el mismo precio (29 centavos si se trata de un celular). Las empresas de telefonía tradicional cuestan entre dos y tres veces más dependiendo del país a donde se quiera llamar.
El segundo tipo de solución requiere un adaptador especial, y una línea de banda ancha (DSL o cable). En EE.UU., la campeona (100,000 suscriptores, 15,000 nuevos clientes al mes) parece ser Vonage, una empresa de Nueva Jersey. Acaba de anunciar, el 5 de marzo, que sus aparatos y su servicios serán distribuidos por las 600 tiendas de Circuit City, un gran distribuidor de electrónica.
Gustavo Caldas fundador de Span-it, una empresa de traducción a bajo costo basada en Miami, viaja constantemente por el continente americano y utiliza Vonage desde hace varios meses. «Me asignan un número local de la ciudad que yo elija en EE.UU.» nos explicó. «Para la gente de esa ciudad la llamada es local. Yo sólo necesito una línea rápida de internet donde quiera que me encuentre (cualquier lugar del planeta) y ahí me llegarán las llamadas colocadas a ese número de EE.UU. Pago 25 dólares mensuales, lo que incluye 500 minutos gratis a otras ciudades en EE.UU. y me ahorro el costo de las llamadas internacionales.» Desde Colombia, por ejemplo, puede llamar a Miami como si fuera una llamada local.
El adaptador cuesta 100 dólares. Desde EE.UU., las llamadas nacionales están incluidas en la suscripción, las internacionales pueden salir más baratas que con Net2Phone, pero para España y las grandes ciudades de México cuestan lo mismo. La suscripción incluye la mayoría de los servicios adicionales para los cuales las companias telefónicas cobran, desde identificador de llamada hasta mensajería vocal.
En las últimas dos semanas el prestigioso Walter Mossberg del Wall Street Journal y Simson Garfinkel de la Technology Review de MIT han escrito sobre las ventajas de Vonage. Los usuarios se dejan convencer, lo cual podría desembocar en algo como una insurrección contra las empresas telefónicas establecidas, comparable a lo que pasó con las disqueras.
La tercera solución permite llamadas gratis a cualquier parte del mundo con calidad de línea tradicional a condición que cada interlocutor tenga una computadora y un programa especial. No es casualidad si su versión más popular se debe a los inventores de Kazaa, el sucesor de Napster.
Veremos en una próxima entrega como funciona y el impacto que pueda tener sobre la telefonía tradicional.