Aun en materia de gadgets, la investigación más avanzada trabaja conceptos más que aparatos o programas. Manejan ideas algo extrañas, ‘desestabilisantes’ (disruptive) según el termino en voga. A los investigadores les toca determinar primero los problemas que plantean y luego la manera de resolverlos. Tal es el caso del servidor personal (Personal Server o PS) al cual se dedican Roy Want y su equipo.

Santa Clara, 23.jul.03

El Grupo de investigación sobre ubicuidad de Intel partió de una premisa sencilla: «El laptop es el más pequeño objeto que nos permite trabajar a gusto, pero toma mucho espacio, necesita cables y tiene problemas de batería. Los asistentes personales son buenos pero uno no puede trabajar seriamente con ellos ya que carecen de pantalla y teclado grandes. La verdadera movilidad es la que nos da el teléfono celular».

Las respuestas existentes son apuestas a la conectividad, vale decir al acceso a la información requerida gracias a la internet (desde el lugar en el cual uno se encuentra) y, de alli a la intranet de su empresa, a su propia PC o a los documentos guardados en una cuenta de Yahoo o de Hotmail, por ejemplo. Uno, sin embargo, nunca está seguro de tener acceso a lo que necesita en el momento oportuno estima Want. Por lo mismo decidió investigar en una dirección opuesta y buscar «lo que se puede hacer sin conectividad».

Da la casualidad, agrega que lo que importa en una laptop cabe en una caja de cigarillos. «La idea del servidor personal», nos explica a la vez que saca de su bolsillo una cajita translúcida que cabe en la palma de su mano, «es utilizar los aparatos del lugar en el cual uno se encuentra para entrar información y visualizarla.» Pone el objeto al lado de una computadora, una lucecita empieza a parpadear y un nuevo ícono aparece en la pantalla de la PC.

Un clic y vemos las fotos de una fiesta con Want y su équipo. Otro clic y escuchamos la música que grabó. La cajita tiene un disco duro de 500 Mb y un procesador de 206 Mhz. En su taller ya tienen una del mismo tamaño con 1 Gb y 400 Mhz. Funciona como si fuera un mini disco duro adicional que usa pantalla y teclado de la computadora ‘prestada’.

«Llevo los bits conmigo todo el tiempo,» asevera. «Dentro de diez años un aparato similar podrá llevar mil veces más y tendremos en el bolsillo todo lo escrito, visto o leido en la computadora… por si acaso lo necesitemos.» Se imagina en un avión mirando en la pantalla empotrada en el sillón delante de él la última película bajada antes de abordar.

Para llegar a esto, además de ciertos asuntos de batería, se deben resolver problemas de comunicación. Want trabaja principalmente con Bluetooth que permite la comunicación inalámbrica entre aparatos a muy corta distancia. No permite, sin embargo, detectar los servicios que ofrecen (programas, acceso a la red o un sistema de pago automático en un teatro por ejemplo). Hará falta encontrar una solución. Para que el PS se vuelva realidad es indispensable, además, que las PC que nos rodean vengan equipadas con las tecnologías requeridas. Hoy día muchos teléfonos celulares tienen Bluetooth, mas no las computadoras. Uno entiende porque Want recalca que trabaja «sobre un concepto y no sobre un producto».

Lanzada hace dos años por Intel en colaboración con varias universidades, su investigación debe concluir en un año. Pasará entonces por otros laboratorios que verán bajo que condiciones puede interesar a sus clientes. El gadget podría estar a la venta dentro de cinco años. Solo tendrá una relación distante con el concepto de hoy.

«Un auténtico producto podría integrar telefonía celular y servidor personal,» explica. Se parecería a estos teléfonos que permiten navegar por la red e incluyen agenda y libreta de direcciones. Tendría además «todos los bits que uno pueda necesitar». «Tendríamos así el mejor de cada uno de ambos mundos» estima Want.

El verdadero privilegio de trabajar sobre un concepto más que sobre un producto consiste en recibir un sueldo para soñar. Y nada dice que los sueños no se pueden volver realidad.

Laboratorios de Intel

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...