En la líneade web 2.0, «office 2.0» plantea utilizar la web como plataforma parael trabajo. Consiste en guardar datos y documentos «en las nubes»,quiere decir en la web, lejos de la empresa. Permite el acceso de todos losinteresados y sale más barato. Facilita la colaboración. Apoyado por la llegadade toda una serie de herramientas podría contribuir a modificar profundamentenuestra forma de trabajar.
El objetivoes «volver operacional online la productividad de Office» explicaIsmael Ghalimi, organizador de la primera conferencia «Office 2.0″reunida en San Francisco los días 11 y 12 de octubre. Para precisar, proponeuna serie de reglas tales como: el navegador es la única aplicación, no haydocumentos en la computadora, es indispensable poder importar y exportar datospara facilitar la migración entre aplicaciones y Ajax es mejor.
Dan Farmer,vicepresidente de C|net y primer presentador, ironizó sobre esta conferencia enla cual «todos quieren entrar sin que nadie sepa exactamente de que setrata». Por suerte, entrevistó a Esther Dyson quien puso de manera muyclara las bases y los límites del debate. «Fácil de imaginar, office 2.0resulta más difícil de implementar» explicó. La mayoría de los participantesestán offline apenas mientras viajan en avión mientras para la inmensa mayoríade los humanos estar online sigue siendo un lejano sueño.
Dyson notiene nada contra el hecho de «tener los datos en las nubes» (lo cualplantea serios problemas de seguridad, privacidad y confianza) pero «loesencial no radica en los datos, está en la colaboración». Ahí radica ladificultad. Sabemos manejar los datos pero «no somos lo suficientementebuenos en el manejo de los procesos.»
Web 2.0 estáde moda. Office 2.0 participa de la misma corriente. Pero una de lasdiferencias más importantes, según explicó Andrew McAfee, profesor en laescuela de negocios de Harvard, es «la presencia de los ejecutivos en lasempresas». No están encima de los usuarios, sí de los trabajadores y nadiesabe como van a reaccionar frente a esas tecnologías descentralizadas que danpoder a los usuarios, este caso a los empleados.
«Dejémonosde cuentos, comentó Matthew Quinn de Tibco, las 500 empresas más grandes no sondemocracias». Los departamentos informáticos, por su parte pueden invocarlos riesgos en materia de seguridad o sentir la reducción de su poder. Muypocos, de hecho parecen estar listos hoy.
Losempleados tampoco. Nadie olvida el fulgurante éxito de Flickr, del.icio.us oYouTube. Pero la mayoría de los oradores parecía pensar que «sería unerror creer que la gente tiene ganas de utilizar las aplicaciones en laweb». Hace falta convencerlos lo cual implica una clara decisión por partede la dirección y una gran sencillez en la interfaz o hasta su»invisibilidad» como lo sugirió Shell Israel, autor del libro NakedConversations.
Por encimade las discusiones, la conferencia fue el marco de presentación de decenas deproductos interesantes. Hubo concurso. El ganador en la categoría de aplicaciónsencilla es EchoSign.com que permite la firma y distribución de documentosonline. Entre las «suites» Joyent.com ganó con su paquete de mail,calendario, contactos y documentos online. Zoho.com, una empresa india instaladacerca de San Francisco, también es muy atractiva y bastante más barata. Laoferta empieza a ser significativa. Pero ¿quién está interesado?
Variosoradores notaron que las start-ups (por lo menos en la región de San Francisco)tienden a usar Gmail (correo electrónico basado en la web). Siguiendo el mismoprincipio, adoptando cualquiera de las suites presentadas durante laconferencia pueden lanzar una empresa global con un puñado de personas endistintos lugares del planeta. De hecho, Ghalimi, el organizador de laconferencia, nos preciso por mail que «las nuevas tecnologías generalmenteson adoptadas primero por las pequeñas empresas y luego por las grandes».
Ladificultad es real. Si la colaboración está al centro del proceso, ladiversidad resulta ser un problema. Esto se resuelve en cada empresa con lospaquetes que reúnen las aplicaciones indispensables, las famosas»suites». Pero además, para que la colaboración resulte eficiente,hace falta una solución común o la adopción de estándares comunes quegaranticen la interoperabilidad. Muchos hablaron de esto. Su implementaciónparece lejana todavía. De ahí la importancia de soluciones híbridas quepermitan conservar una base Office para poder pasar luego a cualquier paqueteonline que la tienen como estándar de facto. El poder de Microsoft nodesaparece online. La paradoja no carece de ironía.
Laconferencia http://office20con.com/
Lasaplicaciones http://itredux.com/office-20/database/
Reglas paraOffice 2.0 http://itredux.com/blog/2006/01/25/rules-for-office-20/