Fijarse hoy el objetivo de crear innovaciones disruptivas podría ser un error.
- Skype, que ha revolucionado las comunicaciones telefónicas y trastocado a los operadores, es un buen ejemplo de innovación disruptiva. En el lado opuesto, la aportación de Gmail al correo electrónico es una innovación incremental, simple mejora de un producto o servicio existente.
- La verdadera dificultad con las primeras consiste en hacerlas penetrar en el mercado sin un business model. Cuanto más lejos de lo normal (esto es lo que implica el concepto de disruptivo), más difícil es ganar dinero, ya que por definición aún no hay mercado.
- La innovación incremental, por si misma, permite renovar, desarrollar, hacer mejor uso de un mercado existente.
- El jefe de Toyota pide a sus empleados multiplicar las innovaciones incrementales y desconfía de las otras.
- Incapaz de crear por sí mismo el mercado que necesita, Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos, ha elegido poner sus patentes en código abierto para que los demás puedan contribuir a su desarrollo.
Para que una innovación disruptiva tenga éxito, hace falta capital riesgo lo suficientemente valiente para apostar por una empresa que aún no tiene modelo de negocio.
- En todas las etapas, Google, Facebook, AirBnB o Uber, han podido aprovechar los profundos bolsillos (en miles de millones de dólares) de sus financieros para asegurar su desarrollo sin tener que informar de ello durante años.
- Algunas de las mejores startups fracasan porque no pueden encontrar acceso al dinero, a pesar de sus promesas.
- Otras, realizan un reacomodo estratégico modificando o reduciendo sus ambiciones. Esto es lo que se llama «pivotar» en la jerga de las startups, lo que ilustran estos dos ejemplos :
- Twitter nació de Odeo, una aplicación sofisticada de búsqueda de podcasts que, para hacer frente a iTunes, se transformó en una simple aplicación de micro-blogging.
- Instagram nació con el nombre de Burbn, como una aplicación de juegos demasiado complicada para atraer. Ha conocido el éxito a partir de que sus creadores hayan eliminado todo lo que molestaba, para dejar sólo las fotos.
Francia debe hacer frente en su camino a múltiples dificultades (que se encuentran, en mayor o menor medida, en otros países europeos).
- Las startups están menos obligadas a pivotar que en otras partes porque estamos tratando de protegerlas.
- Nos gustan las estructuras jerárquicas, en las que se planifica y se controla a todos los niveles, mientras que las innovaciones nacen de la serendipia (casualidad feliz) y del desorden.
- El mercado nacional es demasiado pequeño mientras contribuimos a bloquear el surgimiento de un verdadero mercado europeo; los pilares de nuestro funcionamiento económico son viejas y grandes empresas para las que está prohibido el riesgo; no disponemos de verdadero capital semilla audaz (prefiero este término al de capital de riesgo) en condiciones de invertir durante varios años en una empresa sin saber si va a tener éxito.
En conclusión, estamos hablando de innovaciones revolucionarias que no estamos en condiciones de iniciar realmente en el corto plazo. Puede ser que sea más prudente apelar a la multiplicación de las innovaciones incrementales… para empezar.
Este artículo ha sido publicado por i.ambiente el 5 de julio del 2015.