Es fácilafirmar que las tecnologías de comunicación inalámbrica constituyen unaoportunidad para los países en vía de desarrollo, en particular para sus zonasrurales, en la medida en la cual permiten ahorrar el costo del cableado. Talvez lo más interesante sea que pueden ser implementadas por municipalidades,pequeños empresarios y comunidades según nos explicó Hernán Galperín profesorde la Universidad de California del Sur (USC) en Los Ángeles.

San Francisco, California, 21.ago.05

Latelefonía tradicional fue instalada según un modelo “top down”, de arriba haciaabajo. “Funciona de manera eficiente en los mercados rentables y maduros, enlos cuales los grandes operadores aprovechan sus economías de escala para atendera una demanda constante de servicios relativamente sofisticados” me escribióGalperín (rcf.usc.edu/~hernang/).

Esos mismosoperadores, sin embargo, tienen poco interés en prestar servicios en losmercados menos rentables como son las zonas poco pobladas o de escasosrecursos. Los estados de los países desarrollados resuelven el problema consubsidios lo que no se puede hacer los de América Latina y del Caribe por faltade dinero y de capacidad administrativa, “de ahí la gran cantidad de poblaciónsin acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en laregión.”

Lo bajosprecios y la sencillez de implementación de redes inalámbricas tipo WiFi presentanuna alternativa al articularse con un modelo de desarrollo  “bottom-up”, de abajo hacia arriba, explica Galperín,diplomado de la Universidad de Stanford, nacido en Buenos Aires y profesorasociado de la Universidad de San Andrés (Argentina). “Se refiere a lamovilización de recursos a nivel local para el desarrollo de redes TIC de pequeñaescala que utilizan tecnologías de bajo costo y modelos de negocio notradicionales para el suministro de servicios.”

El éxito delos cibercafés y las telecabinas que han surgido en varios lugares de AL&Cse puede entender en este contexto. “Se desarrollan en base al esfuerzo depequeños emprendedores locales que compran acceso a los grandes operadores y lorevenden agregando una variedad de servicios de ‘valor agregado’ que pueden irdesde training hasta VoIP. Hay cada vez más experiencias de redes inalámbricasmunicipales en ciudades pequeñas o medianas como Pirari (Brasil) y Bucaramanga(Colombia). Han surgido algunas comunidades inalámbricas de usuarios en lasgrandes capitales así como también en algunos pueblos rurales impulsadas porONGs.” Una de ellas en el valle de Chancay-Huaral en el Perú que Galperíndescribe en un artículo intitulado Wireless Networks and Rural Development:Opportunities for Latin America.

Los mayoresproblemas para un modelo de este tipo provienen de la falta de recursos humanosy de financiamiento. Los gobiernos deben “cambiar las reglas de competencia diseñadas pensando en grandesoperadores privados” tomando en cuenta, en particular el hecho que “en ciertas áreasla única manera de ofrecer servicios de modo rentable es hacerlo con otrosestándares de ingeniería y servicio,” me escribió por email. Deben adaptar losmarcos regulatorios a esos actores no tradicionales cuya existencia, a veces,ni contemplan.

Laexperiencia, según Galperín que funge como coordinador del Dialogo Regionalsobre Sociedad de la Información (DIRSI), “indica que el modelo de abajo haciaarriba puede ser mas sustentable a largo plazo ya que no depende de recursos públicos,y que existe mayor compromiso de la comunidad en sostener el proyecto.” Estimulaademás “al empresariado local, el desarrollo de capacidades de gestión en lacomunidad, así como el promover vínculos y lazos sociales (i.e. socialcapital).”

Lejos deser anti-mercado, el modelo “propone diversificar los actores” incluyendo, allado de los grandes operadores, “las municipalidades, los pequeñosemprendedores de telecentro y todos aquellos que quieran ofrecer servicios TICal publico. Por eso muchas veces lo llamamos pro-pobres, pro-mercado.”

Laimplementación de redes inalámbricas en zonas rurales siguiendo el modelo deabajo hacia arriba contribuye al desarrollo económico y social de lascomunidades y a la descentralización. Después de varios años de estudio deltema en la región, Hernán Galperín se dice convencido, además, que “El modelo ‘bottomup’ se enmarca perfectamente dentro de los procesos de democratización”.

 

Hernán Galperín http://www-rcf.usc.edu/~hernang/index.html

Wireless Networks and Rural Development:Opportunities for Latin America http://www-rcf.usc.edu/~hernang/1007-ITID_2-3_Master_03-Galperin.pdf

Sobre el DIRSI http://www-rcf.usc.edu/~hernang/Plan%20de%20Trabajo.pdf

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...